contar la historia

Cada cierto tiempo vuelvo a contar la historia del Félix. La última vez fue hace unos días en taller, cuando las niñas se pusieron a hablar sobre sus hijos y sus embarazos y partos. Algo que pasa seguido cuando haces talleres con puras mujeres y una de las razones por las que me gusta hacer talleres con puras mujeres. La confianza que se genera para hablar de todo (no, no sólo hablamos de guaguas y partos)

Conté la historia y ya me sé más o menos las partes en las cuales la gente se sorprende: 26 semanas, pesó un kilo, 2 meses y medio hospitalizado, listeria, hemorragias cerebrales. Pero la mayor sorpresa llega cuando concluyo con que ahora es un niño grande, feliz y sin mayores problemas.

Es fácil olvidarse, es fácil dejarlo atrás. Fue tan pésimo todo que la mente se encarga rápido de meterlo en el fondo del cajón. Pero volver a contar la historia me convierte de nuevo en esa mamá maravillada y agradecida que salió de la clínica con un bebé vivo, un bebé sano. Y lo miro y me importa un pico que se demore más en hablar, que se haya demorado más en caminar. Que probablemente gracias a haberse apurado mucho, termine demorándose en hacer muchas cosas.

Está grande, está sano, está feliz. Y sigue siendo nada menos que milagroso.

la primera vez que lo tomé en brazos

la primera vez que lo tomé en brazos

2 Comments

  • patty0872

    12/09/2016

    Creo que muchas veces nos hace bien mirar atraz uno aprende a agradecer a la vida por darnos la oportunidad de seguir mas grande, mas fortalecido, mss consiente y con ganas de de que todo vale la pena.
    Creo eres una grande tienes a tu chiki hermoso y lo has disfrutado a concho y te queda mucho por disfrutar juntos.
    Una admiradora de tu trabajo y de lo espontaneas que eres.

  • Cami

    28/12/2016

    Yo creo que el parto en realidad no define tu futuro del hijo. Creo firmemente que ése papel lo juegan los papás en el desarrollo de los hijos.

    Te cuento que yo nací a las 28 semanas, imagina, mi madre dice que alcancé a pesar un kilo y estuve no se cuanto tiempo en incubadora. Mi test de apgar era casi como de 1, 2, -8, -3 y 1 y así. Nadie, salvo mi madre, creía que sobreviviría esa mañana. ¡O sea todo mal!.

    Ella que básicamente fue mamá soltera es enfermera y cuenta que se moría del susto cuando a los no se cuantos meses veía que yo aún no podía sostener mi cabeza, pero a base de esfuerzo suyo y mío lo logramos jajajaja.

    Actualmente soy una mujer profesional, feliz y con un sinnúmero de sueños aún por realizar… y cada vez que ella o yo contamos “El Parto”~ (en esos minutos de “los datos freak de…”), la gente no lo puede creer porque soy brillante (?)

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