el cuerpo cuenta la historia
tengo marcas en la guata porque he estado embarazada dos veces. dos personas empezaron sus historias dentro de mi cuerpo. tengo sus nombres tatuados en mis brazos. tengo rasguños y moretones por jugar con ellos en el suelo. tengo pechugas blandas y caídas porque con ellas les di de comer.
tengo un dolor en la muñeca por sujetar una cámara pesada. tengo los dedos siempre con tinta por dibujar muchas letras. tengo una rayita en la pera porque cuando chica hacía ballet y un día me caí de cara haciendo una pirueta. tengo una parte de un dedo más blanca que el resto, porque ahí hay un anillo igual al anillo de mi marido. tengo siempre las uñas mal pintadas, porque considero que las uñas no son una prioridad.
tengo cicatrices en la cara porque tuve peste cristal de adulta. tengo la mandíbula chueca por un tratamiento odontológico que me hicieron cuando chica para ser menos perona (no funcionó, claramente). no tengo un poto duro porque disfruto más estando sentada que haciendo ejercicio. tengo más pelos de lo que quisiera porque me sobra testosterona (lo que explica muchas cosas).
y ninguna de estas cosas me avergüenza.
al fin.
Walala
06/09/2015Me cae bien la gente que no tiene rollos consigo mismo. Salud!
Cintia F.
07/09/2015Nori, como comparto contigo lo escrito arriba, al igual que tu mamá de dos, con cicatrices de amor en el abdomen y ahora las llamadas lineas de expresión bien marcadas en la frente producto de las preocupaciones de la vida y la edad que no perdona…
Isi
07/09/2015Un manjar.
Laura
07/09/2015Seca, la cagó que me siento acompañada con tu post. Agradezco tu aceptación y honestidad. Trataré de seguirte
Cami
11/09/2015Te pasaste!
arolas
24/09/2015Linda.