El valor de la fotografía

“HOY CON UN SMARTPHONE TODOS SOMOS FOTÓGRAFOS”
Dice un afiche, en la fachada de un edificio por el que paso todos los días. Y mientras más lo leo, más falso lo encuentro. Es cierto que tener una cámara disponible 24 horas al día, 7 días a la semana, mejora nuestra capacidad de registrar la vida. Obvio. Pero no todo el que tiene lápices es ilustrador. No todos los que tienen diarios son escritores. Y no todos los que tienen smartphones son fotógrafos. Ni siquiera todos los que tienen cámaras lo son.

Uno de los últimos días que recuerdo con mi abuelo fue cuando. estando en su casa, mi abuela sacó unas cajas llenas de fotos y nos pusimos a verlas. Tres o cuatro cajas de zapatos contenían sus vidas, las vidas de sus hijos y nuestras vidas en fotografías. (Si imprimiéramos todas las fotos que tomamos en la actualidad, ¿cuántas cajas de zapatos necesitaríamos para un solo mes?). A medida iban avanzando las décadas, iba aumentando el número de fotos impresas. Pero de sus juventudes sólo había un par, y todas profesionalmente tomadas. En ese entonces, tener fotografías de uno, de lo de uno, era un lujo exclusivo para quienes podían contratarlo. Había valor en recibir una foto bien sacada.

En el poco tiempo que llevo trabajando como fotógrafa he tenido que defender muchas veces el valor de saber sacar fotos. Tanto contra el cliente que la subvalora, y está dispuesto a pagar mucho por todo el resto y poco por la fotografía, como contra los mismos fotógrafos. Esos que decretan que una marca es mejor que otra, o que es necesario tener mucho del último equipamiento para ser digno de llamarse a uno mismo fotógrafo, o que la fotografía de rollo es la única real. Porque el asunto acá no es que la fotografía digital le haya restado valor a la fotografía. Su valor no reside en la herramienta: reside en la habilidad. Y aunque sea tomada con un smartphone o con rollo, con una Canon o una Nikon, con una tablet o con lo que sea capaz de capturar un momento de luz y plasmarlo en algo, una buena foto es una buena foto, y las fotos buenas son las que valen. El tema es que una buena foto no la toma cualquiera. Y los fotógrafos son los que toman buenas fotos.

A mí me cuesta decir que soy fotógrafa. De hecho, esperé a que alguien me contratara y me pasara plata a cambio de fotografías tomadas por mí para decir que era fotógrafa. No me parecía correcto autoproclamarme como tal. Aún no me parece. Porque cuando buscaba en las cajas de fotos de mi abuela, y cuando veo fotos que me causan emociones, todavía no siento la certeza de que yo tenga esa capacidad dentro mío. Quiero tenerla. Y quiero entrenarla. Y, ojalá, algún día dominarla.

Pero no, no por tener un smartphone soy fotógrafa. Ni de cerca. No me mientas, fachada de edificio.

3 Comments

  • Isa

    27/04/2015

    En esa misma línea de pensamiento, hace poco, escribí algo parecido en mi blog http://www.lirayvalencia.cl/2015/03/24/la-fotografia-la-familia-y-los-recuerdos/
    Amo sacar fotos igual que tú.

  • Clau A. Kittsteiner

    27/04/2015

    Hola Nori!

    Primero decir nuevamente que yo te encuentro seca, que transmites puro amor en cada una de tus fotos y lo siento sin siquiera conocer a quienes fotografias.
    Encuentro que tienes razón en lo que piensas y sientes respecto a lo que se opina y dice de la fotografía. Yo estudie audiovisual pero amo la fotografía, e trabajado en ella, pretendo en algún futuro dedicarme y vivir de ella (aun soy incapaz de llamarme fotógrafa aunque siento que lo soy de corazón) por eso te encuentro ¡valiente! Y te admiro como persona, mujer y profesional.
    Un abrazo Nori, nunca dejes de hacer fotos llenas de amor <3

    Pd: La próxima vez que te vuelva a ver si te saludaré.

  • Fer

    06/05/2015

    Cómo te entiendo. Creo que más que nunca, incluso cuando existían esos fotógrafos clásicos de estudios, que con la masividad de las cámaras profesionales se volvió imprescindible valorar la mirada de la persona que está detrás del lente, por sobre la cámara. El aparato ayuda, es obvio, pero no nos convierte automáticamente en fotógrafos.
    Yo también tomo fotos y me cuesta decir que soy fotógrafa, de hecho prefiero decir eso: que tomo fotos, me da pudor auto denominarme de esa manera, por eso te entiendo muchísimo, aunque tu claramente lo eres, porque tus imágenes trasmiten ese amor del que siempre hablas, y tienen un ojo particular que la diferencia de otras.

    Odio esas conversaciones sobre megapixeles, tamaño de lente, que lo análogo y lo digital, creo que más disfruto aquellas que hablan de historias, de ejercicios, miradas, de autores que inspiran y de cosas que nos apasionan más que la marca o el filtro de moda.

    Me identifiqué mucho con tu texto 🙂
    saludos!
    Fernanda

Leave A Comment

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.