Feliz día, Cristóbal
Siempre pensé que la paternidad se diferenciaba de la maternidad en el hecho de que su manifestación tiene que ver con decisiones. La maternidad llega, y de una manera física y media innegable, se asume, se acepta y se vive. Aunque uno haya querido ser madre o no, desde el momento en el que te confirman que hay una persona creciendo y viviendo dentro tuyo, ya está. Puedes elegir tener a tu hijo, sí, puedes elegir criarlo, también. Pero hay algo en haberlo llevado dentro, algo que te cambia.
Un padre decide quedarse. Decide tocar la guata, hablarle a la guata. Decide estar en el parto, conocer a su hijo cuando sale de su madre. Su calidad de mejor o peor padre depende de las decisiones que tome con respecto a su hijo: estar, mantener, hablar, compartir. No digo que ser padre sea más o menos valioso que ser madre, porque se decida. Pero sí valoro esa diferencia, valoro a los padres que deciden serlo.
Mi padre decidió ser padre a los 16 años. Y hoy, a los 60, sigue trabajando todos los días para su familia. Mi hermano Fernando hizo lo mismo a los 23, y la decisión de estar cerca de sus hijos mientras crecían ha moldeado su vida completa. Mi hermano Felipe decidió no tener hijos hasta que se sintiera capaz de entregarse a ellos como corresponde, lo que también es una forma valiente de paternidad. Mis tíos, mis abuelos. Hombres valientes que han elegido construir las familias que hoy forman mi historia.
Mi marido, Cristóbal, decidió hace unos años ser padre de un hijo mío que no es de él. Y todos los días le lee cuentos, lo lleva a la plaza, peina su pelo liso tan distinto al suyo, lo abraza, hacen las tareas, le hace la leche en las mañanas y lo va a dejar al colegio. En su caso el convertirse en padre fue la más pura elección. Él fue el que quiso tener otro hijo, uno suyo, uno con su pelo, y hace unas semanas decidió estar conmigo en el momento más terrorífico de nuestras vidas. Sujetó mi mano y vio cómo llegaba al mundo muy tempranamente su primer/segundo hijo. Todos los días va a dejar la leche que me saco cada cuatro horas para que crezca sano y fuerte. Todos los días va dos veces al día a verlo, hablarle y tocarlo. Todos los días decide estar acá y poner el hombro para que yo llore, el tiempo para Leopoldo, y el esfuerzo para que todos salgamos adelante.
Por eso hoy lo celebro, más que a cualquier otro. Feliz día, Cristóbal. Tu decisión ha sido mi inspiración para ser mejor madre.
Paula
15/06/2014Nori, felicidades a Cristóbal!
Felicidades a tu familia completa por las decisiones de amor que han tomado. Felicidades a Félix porque tiene una familia preciosa que lo espera.
Te mando un abrazo gigante. He pensado mucho en ti. No somos amigas, pero pienso en ti, en tus hijos, en tu marido y pido fuerte que pronto superen toda esta adversidad, porque ya está comprobado que a ustedes nada los derribará. No somos amigas, pero somos madres y creo que eso debería ser lo más vinculante entre las mujeres.
Miro a mi Pedro y en él veo a tu Félix y a Leopoldo, así que ¿cómo no voy a pensar y desear todos los días- desde lo más profundo- que el tiempo pase bien y sano para que puedan abrazarse todos los días?
Felicidades a todos ustedes porque son una familia poderosa, gigante y llena de amor.
Alvaro
15/06/2014Putas prima, no hay película que me saque lágrimas, pero tus posteos me llegan al centro. Un abrazo a Cristóbal, a todos los padres que aparecen mencionados y recuerdos para los que ya no están.
Isa
16/06/2014Lloró. Toda la fuera y amor para tu hermosa familia y gracias por compartir tu vida con tantos otros que no te conocemos pero si nos llegas como si fueras amiga de la vida.
Tata Nano
01/10/2014Lo leo de nuevo, hoy, y me vuelve a emocionar…y vuelvo a pensar en la suerte que tengo de haber visto al Amor, de poder ponerle cara y haber vivido con el siendo que es tan esquivo… y la vida de de esta bella y joven familia es un verdader poster al amor.