Amé
31/08/2014
Ya no tengo un diario. A veces escribo en unos cuadernos que tengo por ahí, pero más que nada escribo acá cuando realmente siento que tengo algo digno de escribir. Y es mejor así porque recuerdo que los últimos años que llevé un diario era más por obligación que por gusto, y me pesaba no escribir con frecuencia. Ese peso ya no existe. Ahora escribo cuando quiero.
Hoy me puse a escarbar en la caja donde están guardados todos esos diarios que llené desde los diez años hasta los veintitantos.