día de los Aldea
los miércoles el Cristóbal llega tarde
y nosotros nos ponemos pijama temprano
tomamos once a las 7, generalmente acostados ya
a las 7:30 empieza el “cine en mi cama”
(es una referencia a “cine en su casa” que nunca van a entender )
vemos una película que nunca elige el Chiqui
porque si fuera por él veríamos las mismas 2 películas siempre
a las 9 la película termina y el Leopoldo se va a dormir
el Chiqui se queda conmigo,
una última contradicción que nunca se apaga
“Nunca tengas hijos”, le dije a mi mejor amigo la noche del miércoles. Veníamos llegando de la clínica después de haber estado toda la tarde ahí por una convulsión febril del Félix, mi hijo menor. Estaba asustada, estaba triste, y por sobre todo estaba cuestionándome profundamente la capacidad de tolerar la angustia y desesperación que siento cuando alguno de mis hijos está padeciendo de algo que no puedo controlar.
Horas antes había tenido que ver cómo mi hijo menor se sacudía incontrolablemente ardiendo en fiebre,
todo lo que hago es para vos
perdon si estoy de nuevo acá,
pensé que habías preguntado por mí
me gusta estar de nuevo acá,
aunque no hayas preguntado por mí
voy a quedarme un poco acá
cuidarte siempre a vos en la derrota
hasta el final, el final
el verano que se acaba
Antes, cuando recién empezaba a compartir cosas que hacía en internet, usaba fotolog y flickr para publicar dípticos. Elegía dos fotos que por alguna razón (por color, composición o contenido) iban juntas, que decían algo juntas y las publicaba juntas. Quiero pensar que estos pares de fotos que pongo acá siguen esa misma línea, y me propongo volver a hacer dípticos porque me gustaba mucho.