y de pronto, triste
Puede ser una canción, un encuentro, o en mi caso un sueño. Un sueño que te recuerda lo que no tuviste, lo que no pasó. Eso que querías mucho y que te fue negado, por la razón que fuera. Y por muy hermoso que sea lo que sí tienes, por muy feliz que te tengan las cosas que sí han pasado… lo que no pasó es un pozo donde puedes hundirte por horas. Un pozo oscuro y mohoso, en el que caíste por andar muy distraída. Por no mirar bien.
Esa persona que no quiso seguir siendo tu amiga. El trabajo que no te dieron. La idea de ti misma que tenías a los 10 años. Tantas cosas que no pasaron, nunca pasarán y te obsesionan.
Y luego: la pena por no poder contentarse. La frustración por nunca haber aprendido a disfrutar de lo que se vive, por sobre el gusto a lamentar la posibilidad que nunca existió.
Había estado muy feliz últimamente. Se me han dado oportunidades que suenan hasta ridículas de lo afortunadas que son. El verano fue maravilloso, lleno de amor y planes. Mucha gente ha leído mi libro y me escriben conmovidos y agradecidos (indescriptible sensación). Mis hijos crecen sanos y a mi lado. He tenido la suerte (que muchas veces se siente como una maldición) de que todo lo que he empezado por ocio se ha transformado en negocio (las fotos, el lettering, la escritura, y hasta el podcast con la Isi), que lo que hago por amor se convierta en mi trabajo. Pero no sé si por curiosa, por insatisfecha, por inquieta o por simple estupidez, basta sólo desviar la mirada un segundo y pum: pozo.
Ese hombre que no te pescó. El cuerpo que tenías y que ya no. Los que te dejaron de seguir.
Dejar que quién eres se defina por lo que no lograste. Por tus fracasos, por lo que te falta.
Por los que eligieron no conocerte. Son ellos los que tienen la razón.
¿Son ellos los que tienen la razón?
Desde el pozo, pareciera que sí.
Pero ya me ha pasado esto antes, y he logrado salir.
Y cada vez más fuerte, más atenta y más capaz de mantener la mirada en el camino.
Pablo
20/03/2018Creo que la clave es aceptar que el sufrimiento es parte de la vida. Tal como lo que escribes, si buscas bien, en algún rincón encontrarás tristeza y sufrimiento. Es inevitable, es parte de las reglas del juego. Pero como en un juego de ajedrez exiten reglas, no significa que no haya nada que hacer frente a esa condición. Dentro de las reglas puedes vivir bajo muchas combinaciones. Puedes elegir aceptar el sufrimiento, asumir las fallas, ponerte firme, enderezar la espalda, sacar pecho y hacerle frente a todo lo que viene.
Es mucho mejor ser alguien que esté firme en el funeral y servirle a los demás como apoyo a que te vean llorando a cántaros en un rincón y que nadie pueda contar contigo. El sufrimiento es una píldora difícil de tragar, porque es algo que realmente no queremos y si lo piensas, claro… quién querría escuchar eso, que no se puede solucionar todo lo que te acongoja.
¿Qué hacer? uno se pregunta… pues intenta reducir ese sufrimiento, párate firme sobre una roca y ocupa todas tus herramientas para reducirlo lo más posible.
🙂
Pau
20/03/2018Que heavy lo identificada que aveces me hacen sentir tus reflexiones, más lo es, el hecho de darse cuenta de que no soy la única en sentirme así, no creo que se pueda estar integralmente feliz todo el tiempo, pero de verdad está bien estar así? Me lo cuestionó constantemente, porque es una constante en mi vida, en el último tiempo y aveces siento que me inmoviliza, me estanca y luego viene el despertar denuevo, el seguir adelante con más fuerza, pero esa sensación siempre vuelve…
Mad
20/03/2018Es fuerte cuando uno cae en ese sinsentido que se vuelven las cosas/personas/decisiones que no tomaste en su debido tiempo. Me paso fuerte el año pasado, de sentir que no estaba aportando, que no estaba haciendo nada… Y te comprendo tanto con lo de “y pensar que cuando salí de 4to medio tenía tantos planes” y ahora ninguno de ellos se concretó… Pensar en eso, en la vida que tenía antes de mis hijos, en lo que deje, es frustrante. A veces no son suficientes las cosas buenas y bacanes que te pasan para poder salir de ahí. Pero a la larga se puede. Con apoyo, en mi caso, he podido salir y ver lo positivo, aunque cuesta… Pero ahí está una, trabajando por eso día a dia
Nati
21/03/2018Es cuatico. La semana pasada anduve mal y entre mi frustración, lágrimas y pena pensaba: “tengo todo para ser feliz. Estoy plena, ya no sufro por la pega en la que no quería estar, me casé hace poco, trabajo con mucho esfuerzo en mi taller al que le entrego todo mi amor, mi familia está sana, todo bien… perfecto, sin embargo me siento vacía”.
Estaba triste por lo mismo que escribes: cosas que no pasaron, disconformidades de la vida… qué se yo. No sé si será por mucho tiempo libre a veces que una se pone a buscar.. en realidad, ni siquiera buscar, como que de la nada te dai cuenta que, por ejemplo, estái viendo fotos viejas de esas amigas que ya no son tus amigas, recuerdos de ese ex que te hizo cambiar hartas cosas de tu vida y mil hueás más.
Me carga auto sabotearme de esa forma, pero lamentablemente me doy cuenta de que la cagué cuando ya estoy en ese pozo del que hablas. Menos mal tenemos la posibilidad de secarnos las lágrimas, mirar la vida con la frente en alto y echárle pa adelante.
Daniela
01/04/2018Tienes que leer “i have a black dog” para mí fue un regalo para poder entender esta pena que se adhiere a ratos.
En mi caso me carga que me den consejos, onda se positiva, no te lo tomes en serio, acepta que la vida es así. Si está pena fuera racional, todo sería mucho más fácil.
Mil abrazos
Pau A
06/05/2018Puta que teni razon Nori, la mayoria del tiempo me pasa que teniendo personas, cosas o algun buen proyecto concretandose, uno igual se cae a ese pozo… que raro aun no entiendo bien por que pasan esas cosas.
Con esta reflexion llegaste al nucleo de mi ser, de mi dia a dia, de las hueas locas que pasan en mi cabeza y que yo juraba que solo a mi me pasaba. “A la hueona complicada” que digo ser.