el cuerpo cuenta la historia

tengo marcas en la guata porque he estado embarazada dos veces. dos personas empezaron sus historias dentro de mi cuerpo. tengo sus nombres tatuados en mis brazos. tengo rasguños y moretones por jugar con ellos en el suelo. tengo pechugas blandas y caídas porque con ellas les di de comer.

tengo un dolor en la muñeca por sujetar una cámara pesada. tengo los dedos siempre con tinta por dibujar muchas letras.

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Sesión de amor nº 12: Cecilia y Milo

Estoy muy agradecida de mi trabajo. Agradecida de poder conocer gente y conocer sus historias, y compartir con ellos un ratito en sus vidas y que se abran a conversar, a ser retratados, a convertirse en parte de mi historia y de mi crecimiento como fotógrafa y como persona y como mujer y como mamá. Y a que, quizás, yo pueda aportar un poco también en sus historias. Es una suerte enorme y la agradezco.

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Lo que hago y por qué lo hago

Creo en la especificidad.
Por mucho tiempo me consideré una mala fotógrafa (o peor aún, consideraba que no era una fotógrafa) porque no estaba obteniendo los resultados que quería en los trabajos que estaba haciendo. Por mucho tiempo dejé de tomar fotos, dejé de identificarme con la fotografía, y le creí a esos que me decían que para ser fotógrafo no era suficiente que te fuera bien en flickr. Y sí, tienen razón, tienen toda la razón.

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Sesión de amor nº 11: Cintia, Francisco y sus hijos.

Cintia me contactó hace un tiempo para hacer una sesión de fotos con su familia. En el mail me explicaba que tenían ganas de hacerlo porque Francisco, su pareja, tiene cáncer y se aproximaba una cirugía muy importante. Obviamente le dije que estaba feliz y honrada de que me hubiera elegido para registrar este momento en sus vidas. Cuando los conocí, traté de hacerles justicia con las fotos porque son una familia increíble. Llena de energía y amor,

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